martes, 6 de agosto de 2013

¡Reacciona Venezuela!

¡Reacciona Venezuela!

    Hoy quiero escribirles más allá de lo que el mayoritario sector democrático desea, quiero expresarme como el ciudadano de 14 años que soy, como un joven menor de edad más, como otro venezolano que apenas comienza a vivir.

    Aclarando desde este principio que entre mis términos rechazo totalmente la política, el sectarismo y la polarización social; Tampoco estoy a favor de aquellos que se hacen llamar líderes (sean del partido que sean) ni mucho menos de quienes para ganar la aceptación ciudadana prometen a diestra y siniestra beneficios para el pueblo, ya que para nadie resulta ser un secreto el hecho de que al llegar al poder, estos sufren de amnesia y ceguera repentina, repitiendo este proceso como un círculo vicioso.


    Yo estoy a favor del señor que cada madrugada se levanta a trabajar por mantener a su familia; Yo estoy a favor de la mujer que aún sin poder dormir por la noche se levanta temprano para preparar el desayuno de sus hijos; Yo estoy a favor del estudiante que combate por sus ideales y principios, no de aquellos que se hacen llamar líderes sin comportarse como tal.

    He decidido expresar esto motivado a lo acontecido durante las "manifestaciones" del sábado 3 de agosto, más que un llamado a defender nuestros derechos lo que pude notar es campaña publicitaria para asistir a urnas electorales arregladas el próximo 8 de Diciembre. Pero también hago referencia a ese incomprensible y pesado silencio de mi pueblo, de esa misma ciudadanía trabajadora que cité en el párrafo anterior, de aquellos que observan y en medio de resignados murmullos descargan el angustiado venezolano interior, pero que al momento de asistir a estas concentraciones parecen olvidarse de sus males y prefieren tomarse fotografías con fines de farándula social.


    Es por ello que yo, Ricardo Rattia, invito a reflexionar sobre esa larga e intensa decadencia que mantiene agonizando al país desde el milenio anterior. Posiblemente, usted piense que yo no tengo ni idea de lo que escribo, que aún no hago correcto uso de la razón, o demás opiniones, pero sepan que yo solo expreso mi parecer, tal como lo hizo Jorge Olavarría el 5 de Julio de 1999 durante su profético discurso en el Congreso Nacional, "He dejado hablar a ese venezolano angustiado que llevo dentro", porque a mí también me aflige ese oscuro futuro que me espera si esta nación no reacciona, porque yo quiero disfrutar de la verdadera patria, soberanía, independencia y libertad que nuestros próceres nos dejaron como legado.

 ¿Qué más se necesita para hacer despertar a este pueblo de su incomprensible letargo e indiferencia?, ¿Cuál es la gota de agua que falta para desbordar este vaso acumulado durante 14 años de tiranía?, ¿Dónde está la sociedad que le dió fama de pueblo bravo a Venezuela?, ¿Qué pasó con aquellos que protestaron espontáneamente el 14 y 16 de abril?

    El llamado es a la organización, y a salir de una buena vez a las calles siguiendo el ejemplo de Brasil, Turquía y Egipto, ellos recibieron perdigones, gas y plomo proveniente de gobiernos amedrentadores idénticos al nuestro; Pero solo hace falta demostrar que los demócratas somos mayoría, y que ante un pueblo desbordado en ira no hay amenaza que valga. ¡Despierta hoy de pie para no amanecer de rodillas!, Porque no hay peor culpable que ese ciudadano dicharachero, que solo se queja pero no toma acciones para mejorar el acontecer nacional. 


    Podrán caer encima a los manifestantes todos los militares, asesinos y agresores que deseen, podrán levantar y disparar sus armas contra el pueblo, podrán amenazar cuantas veces quieran por los medios que quieran, porque una persona no puede oponer resistencia a las agresiones, pero los ideales que esta tenga son sencillamente a prueba de balas.

Ricardo Rattia

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